SANTIAGO PEREGRINO, EL PRAU PICÓN, EL SEMINARIO Y EL ALBERGUE: CAMINO DE EL CAMPILLÍN (OVIEDO, UVIÉU, ASTURIAS)
Es una escultura de Santiago Peregrino ataviado con bordón con calabaza, escarcela, sombrero, conchas y libro del Nuevo Testamento, instalada en el año 2007 bajo los auspicios del Ayuntamiento y de la Asociación Astur-Leonesa de Amigos del Camino de Santiago
Como anécdota hemos de decir que, el día de su inauguración, las autoridades no pudieron quitar la tela que lo cubría llegando a pedir colaboración a los vecinos asistentes, consiguiéndolo un niño de cuatro años, Antonio Crespo González, ayudado por su abuelo
Peana de la escultura
El Apóstol da la bienvenida a los peregrinos
Y mira hacia el Camino, en dirección a la Catedral de San Salvador
Cruzamos pues la calle
Y siguiendo ahora por Leopoldo Alas
Hay conchas de bronce en el suelo
Seguimos por la acera
Nos acercamos pues al Seminario Metropolitano de Oviedo, cuya primera piedra se puso el día 14 de mayr de 1942 en El Prau Picón, donde la Iglesia tenía terrenos en el campo de la ermita de San Cipriano, comprándose además otros colindantes y construyéndose con proyecto del arquitecto Gabriel de la Torriente. En 1945 se inauguró la biblioteca y se incorporaron los seminaristas teólogos, filósofos y de Humanidades

El 19 de marzo de 1949 se celebraba el final de los trabajos en la iglesia mayor y en 1954 se inauguraba oficialmente el edificio. Actualmente dada las escasas vocaciones se ha reconvertido el Seminario Menor en colegio diocesano de chicos y chicas
Desde el año 1564, conclusión del Concilio de Trento y gracias a una Real Cédula de Felipe II, se crearon numerosos seminarios en España con la idea de formar al clero para combatir la expansión del protestantismo. Fue entonces cuando el obispo ovetense Jerónimo de Velasco, que había ido a Trento, insistió en el Concilio Provincial Compostelano celebrado en Salamanca en crear pronto estos seminarios pero, fallecido poco después, no fue hasta veinte años más tarde con el prelado Diego Aponte de Quiñones cuando se fundase el primer seminario conciliar en la ciudad, Seminario de San Lorenzo. Su traslado a Málaga y la oposición del Cabildo, alegando los numerosos colegios religiosos que ya existían aquí por aquel tiempo, hicieron que no se construyese
Más tarde otro obispo, Juan Avelino Castrillón, intentó recuperar la idea del seminario pero no fructificó. Se creó uno en Contrueces (Gijón/Xixón) el 1 de noviembre de 1742 pero resultó otro fracaso. y sus sucesores no mostraron interés en seguir con el proyecto Más adelante los obispos Agustín González Pisador y Juan de Llano Ponte sí lo intentaron pero los problemas planteados por el Consejo de Castilla fueron insalvables
Por fin en 1896 se funda un seminario en el antiguo Convento de Santo Domingo, sito cerca de aquí, en El Campillín, pero al no estar en buen estado se construye uno nuevo a instancias del obispo Ramón Martínez Vigil y dedicado a Snto Tomás de Aquino, inaugurado el 1 de octubre de 1903. En 1917, ante necesidad de un cuartel para el ejército para sofocar la huelga revolucionaria el obispo Baztáb y Urniza ha de venderlo al Estado, regresando el seminario a Santo Domingo hasta la Revolución de 1934, cuando se trasladó al monasterio de Valdediós
Y como ya comentamos en plena posguerra se construye el nuevo seminario aquí, en Prau Picón, cuya primera noticia se remonta al año 1705, cuando el Cabildo catedralicio le da a un canónigo los prados de "San Cipriano de Arriba de la Puerta Nueva que llaman Picón". En 1808 estuvo allí el cementerio, cuya capilla era la de San Cipriano. Seis décadas después y ante el crecimiento de la ciudad con el aumento de población es trasladado a las afueras, a Los Arenales. La parcela sería urbanizada tiempo después, en 1930, previa autorización del Ayuntamiento a Manuel Cuesta
Y aquí, en los bajos, está el Albergue El Salvador
En la pared la placa, en la puerta avisos
Y la concha xacobea
Estos edificios de construyeron tras la guerra civil. Antes de la contienda la calle eran filas de viviendas populares que resultaron muy dañadas por los combates
Aquí están las flechas del Camino
Caminamos por las aceras
Sombre nosotros más edificios del seminario
Hay un pequeño bosquete
Las clásicas farolas
Edificios con espacio para jardines
Al otro lado está El Campillín
Seguimos calle adelante
Y empezamos a bajar junto a este seto
Edificios clásicos de mediados del siglo XX, levantados al reordenarse todos estos barrios tras las destrucciones bélicas
Seguimos en bajada
Y así llegamos a El Campillín. Al fondo empieza El Antiguo, el casco histórico
El Campillín era un campo entre la calle La Luneta, actual calle Arzobispo Guisasola, esta que tenemos enfrente y que vamos a cruzar, a la calle Marqués de Gastañaga y Plaza Santo Domingo, donde estuvo el convento-seminario. En 1346, cuando esto eran las afueras de la ciudad, se denominaba Sitio o Prado de los Ferreros. A causa de los incendios hubo disposiciones para que hornos y otras labores con fuego se emplazasen fuera de la población. En 1731 se traslada aquí el horno de La Plaza, siendo llamado el lugar El Campillín. Un camino empedrado lo atravesaba de parte a parte y aparece mencionado como Calle de los Ángeles de Atrás
Desde tiempos seculares entraban por aquí los peregrinos a la ciudad. A la izquierda la calle Magdalena, donde estuvo el hospital de esta advocación, nos llevará a la catedral
Y cruzamos la calle Arzobispo Guisasola en El Campillín, donde fue creciendo la población hacia la Carretera de Castilla, que empezó a hacerse en 1771, y de allí a San Lázaro, entonces una aldea del extrarradio en torno a la vieja malatería. Todo esto era un barrio, donde en disposición de 21 de enero de 1829 el Ayuntamiento ordenó cerrar los portales a causa de la prostitución. Poco después, a mediados de esa centuria, vivía aquí el célebre Benito Pérez de Valdés el Botánico, médico, farmacéutico, naturalista y escritor en castellano y asturiano, citado por el médico Théopile Roussel en su Tratado de la Pelagra (París 1866). Sus costumbres peculiares quedaron de manifiesto cuando colocó un cartel en El Campillín que ponía "Barrio de quien tiene, come". El barrio aquí emplazado era la parte trasera de las casas que daban a la Plaza de Santo Domingo
El barrio fue de los que quedaron destrozados con la guerra, siendo en 1970 cuando se inaugura el actual parque, donde se instala el rastro los domingos, tal y como se hacía antes de la contienda
Los peregrinos vuelven a pisar estos caminos...
Mirando hacia la calle Magdalena, veremos también el arranque de la calle Campomanes, donde nació el escritor Ramón Pérez de Ayala. Allí, si bien lo vemos de espalda es el Monumento a Campomanes, de Amado González Hevia Favila, del año 2002
Es un homenaje al primer Conde de Campomanes, Pedro Rodríguez de Campomanes, gran estadista asturiano de la Ilustración que llegó a Ministro de Hacienda con Carlos III y que vivió las vicisitudes del siglo XVIII español
Cruzamos así pues a El Campillín y vamos a la izquierda
A lo lejos el antiguo Colegio Hispania, actual sede del Colegio de Arquitectos. Ahí está la Plaza de Santo Domingo
A nuestra izquierda, siempre de espalda, la estatua de Campomanes
De frente la calle Magdalena, la de la llamada Puerta Nueva, para diferenciarla de la Puerta Mayor o antigua de la muralla medieval, sita más allá, donde está el Ayuntamiento, por donde también habremos de pasar. Esta Puerta Nueva tenía un arco con un Cristo y así se llamó todo su recorrido hasta la Plaza Mayor, hoy de la Constitución, y así debió continuar hasta el siglo XVII ó XVIII, cuando se popularizó el nombre del hospital de esta advocación radicado en esta calle
Cruzamos la calle Marqués de Gastañaga, antigua calle del Matadero, viendo enfrente la farmacia De la Vega, la más antigua de la ciudad de las que ha llegado a nuestros días, fundada en 1934 justo antes de la Revolución de Asturias, sobreviviendo a los bombardeos y también a la Guerra Civil
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